Jerbo persa

Jerbo persa

El jerbo persa es una especie de animal doméstico poco extendida, pero cada vez más popular. Está emparentado con el jerbo de Mongolia y pertenece a la familia de los cricétidos. Dentro de esta, forma parte de la subfamilia de los gerbilinos y al género de los Meriones.

Descripción

El jerbo persa es una especie adorable dentro de los Meriones. No solo vive en el suelo, sino que trepa los troncos de los árboles con extrema facilidad. Además, salta con aplomo de un lado a otro y la larga cola le sirve para mantener el equilibrio. Con unos cuidados y entretenimiento suficientes, es muy manso y no muerde. Es un animal muy sociable y pacífico al que le gusta vivir en grupo, preferentemente con miembros de la camada. Nunca debe tenerse solo, sino como mínimo en pareja. Conviene adoptar varios de una misma camada. Si no quieres tener crías, deberás adoptarlos todos del mismo sexo. El jerbo persa es nocturno o crepuscular y puede vivir entre seis y ocho años. Además, es buen escalador y saltador (hasta 80 cm). En general, es muy aseado y utiliza siempre la misma esquina para hacer sus necesidades. Por eso, apenas desprende olor.

Aspecto

Contando la cola, el jerbo persa mide entre 30 y 32 cm de largo. El color del pelo del lomo es marrón (agouti) y el vientre está claramente delimitado en blanco. Como pertenece a una forma de cría muy poco frecuente, su color natural real agouti se ha mantenido. El pelaje luce un brillo precioso. Este jerbo tiene unos ojos negros muy grandes con una franja blanca encima. Además, tiene la cola peluda con una borla negra en la punta. Estos jerbos presentan una mímica y gestos maravillosos. Sus orejitas son muy móviles y lo oyen todo.

Origen

Estos roedores provienen de regiones rocosas o desiertos pedregosos y viven en cuevas terrestres con muchos túneles. Su hogar se encuentra en las tierras altas de Pakistán, pero también viven en Irán, Afganistán, Irak y Turquía. Construyen despensas cerca de la superficie y los nidos, al final del túnel. Les gusta asentarse bajo las rocas y acolchar los nidos con restos de plantas y otros materiales.

Modo de vida

Los jerbos persas presentan un comportamiento social marcado y se acicalan el pelaje mutuamente. En caso de peligro, se puede oír un leve gemido. Otro rasgo típico de su comportamiento es un tamborileo con las patas traseras y un temblor en la cola (con excitación o miedo). Además, el jerbo persa acumula y almacena la comida. Sin embargo, no tiene grandes abazones como el hámster, sino que solo puede almacenar cantidades pequeñas (3-5 granos). Después de acumular la comida, la entierra y la cubre.

Tenencia

Jaula

Por muy mono que sea el jerbo persa, debe disfrutar de una tenencia acorde a la especie por su origen. Esto ya empieza por tenerlo en un grupo de dos ejemplares como mínimo. Debido a sus características y comportamiento de escalada, la jaula debe ser relativamente grande. Para dos ejemplares se recomienda una superficie de 100 × 50 cm. Para que puedan trepar y saltar, es mejor que sea lo más alta posible. Las pajareras son ideales porque pueden equiparse con tablas para crear varios pisos. Sin embargo, las pajareras abiertas pueden ser muy ruidosas porque los jerbos escarban y roen. Un terrario de cristal grande puede ser una buena alternativa.

Equipamiento de la jaula

El equipamiento de la jaula debe estar hecho de madera de árboles frutales sin fertilizar que puedan roer y trepar. Además, deberás instalar dos o tres casitas y cuevas. Monta todos los objetos de manera que los jerbos no puedan hacerse daño. Asimismo, les encantan los tubos de cartón y los cuencos de arena para los baños diarios. Para el lecho puedes añadir una capa de 5-7 cm de grosor de arena para gatos o pájaros. Por encima deberás esparcir otra capa de virutas y heno (20 cm como mínimo en total). También deberás colocar papel de cocina para el nido. El algodón para hámster no es apropiado porque les provocaría estrangulamientos, sobre todo a los animales jóvenes. Como el jerbo persa apenas huele, basta con limpiar la jaula entera cada tres o cuatro semanas. Solo deberás limpiar más a menudo el baño esquinero, al menos una vez por semana.

Alimentación

Como alimento principal, el jerbo persa debe comer una mezcla para jerbos. Además, siempre debe tener heno y un bebedero con agua a su disposición. También debes darle comida fresca en forma de fruta y verdura sin tratar, peladas y sin huesos. Como los jerbos necesitan proteína animal, deberás ofrecerle gusanos de la harina regularmente. Estos no solo los necesitan, sino que son muy sabrosos para ellos. De vez en cuando puedes darle un poco de pienso para gatos o perros. Los snacks para jerbos pueden ser pan tostado, pipas de girasol y nueces. Como estos animales hacen acopio de alimentos y cubren el comedero con lecho, deberás eliminar las sobras de comida fresca para evitar que se enmohezcan y se estropeen.

Comportamiento y domesticación

El jerbo persa es muy curioso, por lo que toma contacto enseguida con las cosas nuevas y es relativamente fácil de domesticar. Sin embargo, si tiene miedo o se siente inseguro, se esconde rápidamente. Con un entretenimiento suficiente, se puede volver muy manso. No obstante, no es un peluche para niños pequeños y es raro que se esté quieto. Por tanto, ofrécele suficientes salidas para correr en estancias donde no haya escondites en los muebles ni fuentes de peligro. Estos animales no toleran las corrientes de aire, la humedad ni el estrés, por lo que hay que protegerlos de estos factores.

Podrás domesticar al jerbo persa dándole golosinas con la mano. Pronto se envalentonará y trepará por tu ropa. No lo cojas con la mano cuando aún no esté domesticado porque vería tu mano como un depredador. Mientras no esté domesticado, puedes usar rollos de cartón de unos 20 cm de largo para cogerlo.

El jerbo persa tiene muchas actividades preferidas: escarbar, escarbar y volver a escarbar, trepar, saltar, construir túneles, roer y esconderse. Entre ellos tienen un gesto gracioso con el que se saludan con la nariz y dándose un toquecito. Les encanta la variedad, los nuevos estímulos y los juegos. Con una tenencia acorde a la especie, entretenimiento y salidas frecuentes para correr, te recompensarán con un montón de acción y diversión.

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