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Muchos acuaristas opinan que los caracoles quedan igual de bien que los peces y las plantas en un acuario natural. Se cree que los caracoles manzana son muy robustos, pero, en realidad, necesitan cuidados especiales.
Los caracoles manzana tienen una bonita forma de concha y un comportamiento interesante. Esto los convierte en una de las especies preferidas para acuario. Pueden ser amarillos, marrones, negros y azules, pero en las tiendas suelen venderse los marrones y los amarillos.
Los caracoles manzana tienen respiración aérea, por lo que siempre deben tener un espacio libre sobre la superficie del agua. Para respirar, se arrastran por la superficie y estiran el sifón fuera del agua.
Por eso, nunca hay que socializarlos con peces que coman caracoles. Estos podrían dañarles el sifón respiratorio y provocarles asfixia.
Deshalb dürfen Sie Apfelschnecken niemals mit schneckenfressenden Fischen vergesellschaften. Da sie das Atemrohr beschädigen können und somit zum Ersticken der Schnecken führen.
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Conviene cambiar el agua del acuario regularmente porque los caracoles manzana son muy sensibles a pequeños aumentos de nitrito. Si quieres saber cuántos caracoles caben en un acuario, calcula unos cinco centímetros por caracol. A continuación, calcula cinco centímetros (por caracol) por litro de agua.
Además, los caracoles necesitan cierto contenido de cal en el agua (dureza) para que la concha no se vuelva porosa. Antes de comprarlos, pregunta qué valores debe tener el agua. Si el agua de tu acuario es considerablemente más blanda, puedes endurecerla posteriormente, siempre que los demás habitantes lo toleren.
Para los caracoles manzana vale lo mismo que para cualquier otro habitante del acuario. La alimentación debe ser variada y estar adaptada a ellos para fomentar su salud. Los caracoles no son basureros. Aparte de las sobras de los peces, necesitan comida adicional.
Como complemento puedes darles comprimidos de algas y gránulos que se hundan rápidamente. También les gustan las hojas de lechuga y las rodajas de pepino previamente escaldadas. Sin embargo, no las dejes más de dos días en el agua, ya que se pudrirían y contaminarían el agua.
Los caracoles manzana tienen diferenciación de sexos, pero no presentan características externas que los distingan. Así pues, para criarlos deberás tener varios ejemplares en el acuario. En cuanto una pareja se encuentra, da comienzo el apareamiento.
Uno de los animales se mueve bamboleándose en círculos y el otro, a menudo, se limita a seguir comiendo. La puesta de los caracoles se coloca sobre la superficie del agua. Está compuesta por cal y es de color entre rosa y blanquecino.
La puesta no debe caer al agua del acuario bajo ningún concepto, ya que los caracolitos se ahogarían. Si el nido no está bien fijado, puedes retirarlo con cuidado y colocarlo en el refuerzo del cristal lateral o en el flotador de una caja de desove. Para que no se seque, debes mantenerlo un poco húmedo.
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En general, la humedad que se forma bajo la tapa del acuario es suficiente. Sin embargo, si el nido se encuentra en un lugar muy cálido, deberás humedecerlo adicionalmente. Basta con pasar un dedo humedecido una o dos veces al día por el nido.
En cuanto las crías salen del huevo, suelen meterse en el agua por sí solas. Si no es el caso, colócalas tú mismo/a.
En 2012 se promulgó una ley que prohíbe la importación de las especies de Pomacea. Esta ley es vigente en la UE y prohíbe el comercio y la transmisión de caracoles manzana del género Pomacea. Esto incluye también a particulares.
El motivo de la aprobación de la ley es la enorme propagación de estos caracoles en España, que afecta inmensamente a los arrozales del país.
Para los acuaristas, cualquier tipo de comercio con las especies de Pomacea está prohibido, incluso para particulares. Eso sí, se permite criarlos, siempre que permanezcan en el domicilio. En 2015 se revisaron los fundamentos de la ley, pero no cambió nada: la prohibición de importación se mantiene.
