El precio de una valla para gatos puede ascender con rapidez a varios miles de euros. Muchos amantes de los mininos se deciden a asegurar su jardín a prueba de gatos por su cuenta para ahorrarse estos costes. Sin embargo, no hay que subestimar el tiempo que se necesita para tener un jardín seguro para gatos.
Jardín seguro para gatos

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Material necesario para construir una valla para gatos
Para muchos gatos salir al balcón no es suficiente. Un jardín vallado o con un recinto seguro para gatos es mucho más emocionante para los bigotudos. Los perros y otros animales han de permanecer fuera, mientras que los gatos están seguros. Pero el precio del material necesario y de la instalación asusta a muchos de los que tienen gatos, por eso, hay quienes deciden construirlo por cuenta propia. Lo primero que hay que hacer es ir a la ferretería. Para hacer que tu jardín sea seguro para tus gatos necesitas el siguiente material:
- 25 metros de alambrada de 2 metros de altura enrollada
- 2 kits de montaje de puertas
- vallas de jardín
- láminas de vidrio artificial de 50 cm de alto
- tubos de desagüe
- cemento prefabricado
- alambre y grapas
Cómo construir una valla en el jardín para gatos paso a paso
Con una cuerda se delimita el recinto que se desea construir. Cada tres metros y a los lados de las puertas se cavan agujeros con unos 60 cm de profundidad. En cada uno de estos huecos se introduce un tubo de desagüe que se rellena con cemento y en el que se inserta una valla de jardín en vertical (usa un nivel para asegurarte que está recta). El cemento necesita un par de días para secarse. Lo siguiente es colocar los refuerzos transversales, que se fijan al suelo con cemento, pero no con un tubo de desagüe sino con un taco hecho de cemento para reforzar. Una vez esté seco, se pasa a desenrollar la alambrada y se fija con alambre a las vallas. En las zonas que han quedado libres es donde se colocan las puertas. Por último, se asegura toda la construcción con alambre y grapas.

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Evitar que los gatos se escapen: acristalamiento
Para asegurar el recinto para gatos por completo se debe recubrir la parte interna superior de la valla con láminas de cristal artificial. Así se evita que el minino se escape, pues de lo contrario existe el riesgo de que estos animales salgan del recinto gracias a sus grandes habilidades para escalar y saltar. Las láminas de 50 centímetros de alto y de 2 a 4 mm de grosor han de taladrarse en varias zonas y fijarse a la valla con alambre. El vallado a prueba de gatos está terminado y los pequeños felinos pueden entrar en su nuevo territorio, que seguro que se convierte en su favorito. Aparte del gran ahorro económico, esta construcción para tus bigotudos requiere unas 100 horas de trabajo.
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