El fiordo noruego es un caballo apreciado entre jinetes de todos los grupos de edad gracias a su versatilidad. Su excelente rendimiento lo hace ideal tanto para excursiones a caballo difíciles como para tirar de cargas y carruajes. También es cada vez más común en el ámbito deportivo, como la doma clásica o el salto.
¿Es apto para principiantes?
Los principiantes suelen sentirse cómodos con el caballo fiordo porque es tan tranquilo que transmite seguridad y soberanía. A diferencia de otros caballos nerviosos, no se asusta cuando ve un tractor y es raro verlo agitado. Es un caballo fiable con los pies en la tierra con el que se puede aprender a montar de maravilla.
No obstante, hay un pero: el fiordo noruego muestra cualidades de poni marcadas, incluidas la terquedad y la obstinación. Así pues, si te lo imaginabas como un poni manso para niños, pronto te darás de bruces con la realidad.
Si un jinete o educador experimentado no le corrige las manías con frecuencia, desarrollará malas costumbres. Estas pueden ser que se ponga a comer de repente durante la monta o se niegue a dar el casco.
El caballo terapeuta
El carácter tranquilo y sereno de un fiordo noruego bien educado lo convierte en un apoyo emocional fabuloso. Esto se ha observado cada vez más en los últimos años entre los círculos de terapeutas. De hecho, cada vez se utilizan más estos inteligentes y prudentes caballos en la terapia.
Bromista
El fiordo noruego es un tunante. Si tiene la oportunidad, gasta bromas, hace reír y contagia su buen humor.
Caballo de espectáculo y excursiones
El fiordo noruego no es particularmente grande. Sin embargo, sus colores naturales y atractivos lo convierten en el blanco de todas las miradas. Por eso, tiene un merecido éxito en los espectáculos ecuestres. Se le da muy bien esta disciplina gracias a su inteligencia, estabilidad y ganas de trabajar.
Este poni destaca en las pruebas de campo a través y salto de obstáculos gracias a su paso seguro y su intuición para evaluar las situaciones.
Estas cualidades también lo benefician en excursiones de senderismo largas. Su resistencia le permite recorrer largas distancias con el mínimo sustento, escalar cualquier montaña y vadear ríos intrépidamente. No es de extrañar que los vikingos ya recurrieran a esta raza tan primitiva y resistente.