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Para que cualquier especie de tortuga que se quiera tener pueda vivir en un hábitat adecuado es bueno saber de dónde viene exactamente. Puedes diseñar el terrario acuático en base a esto para que tu galápago europeo se sienta como en casa. Si las condiciones del entorno se asemejan a las de su hábitat natural, el comportamiento del animal será adecuado al de su especie.
El galápago europeo es una especie de tortuga protegida que habita en grandes partes de Europa. Sin embargo, está en peligro de extinción. Esta tortuga puede llegar a medir entre 13-20 centímetros. Las hembras suelen ser más grandes que los machos. El caparazón es oscuro y puede tener un patrón con puntos o líneas amarillas. El galápago europeo puede llegar a tener hasta 100 años.
El hábitat del galápago europeo (Emys orbicularis) se extiende desde partes de África del Norte hasta el Mar de Aral. Prefiere las aguas tranquilas y a menudo se encuentra en estanques, lagos y arroyos. Como las tortugas necesitan un lugar para tomar el sol, suelen ser vistas sobre ramas o raíces que sobresalen del agua. El galápago europeo se encuentra también en España. No obstante, en Cataluña, Burgos, Galicia y otras zonas las poblaciones de esta especie parecen haberse reducido.
Los galápagos europeos se alimentan sobre todo de animales invertebrados como las babosas y las larvas. La carroña y las plantas acuáticas también son parte de la alimentación de estas tortugas. Aunque, de vez en cuando, busquen sus presas en tierra, solo se las comen en el agua. Las larvas de insectos y los gusanos son adecuados para la alimentación en el acuario, pero también se pueden alimentar con barritas de comida. Por supuesto que debes prestar atención a que reciban una dieta variada.
Para una pareja de tortugas, la parte de agua del terrario debe medir cinco veces el largo del tamaño del caparazón del ejemplar más grande. El ancho de la parte acuática mide la mitad del largo. En caso de tener más de dos tortugas, el terrario debe ser un 10 % más grande. Además de una parte con agua, debe tener una parte con tierra, lo que también influye en el tamaño del terrario acuático. La parte con agua debe ocupar 2/3 y la que tiene tierra 1/3. En la parte del agua se puede usar grava fina o arena. Para la parte de la tierra existen diferentes tipos de suelo adecuados. La temperatura del agua debe estar entre 25-27 °C.
No es un lujo, sino una necesidad: el galápago europeo necesita una isla de fácil acceso para poder tomar el sol. Lo ideal es que las tortugas puedan recibir en ella la dosis necesaria de rayos uva con una lámpara adecuada. La temperatura de los rayos debe estar entre 35-40 °C.
En cuanto al material para la isla, ten en cuenta que la madera no haya sido tratada. Las cortezas de los árboles y todo tipo de raíces deben «desangrarse» antes de ser colocadas en el acuario. Para ello, llena un cubo con agua y déjalas en remojo. El líquido marrón que se forma en el agua no se puede limpiar ni con el mejor filtro. Ten cuidado con las ramas y cortezas que te encuentras al pasear: pueden tener diminutos habitantes difíciles de ver a simple vista. El riesgo de una infestación de gusanos en el acuario es grande y a menudo termina siendo mortal.
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Incluso las tortugas que más sol necesitan precisan también de un lugar para poder retirarse. No hay nada más estresante para los animales que tener que estar continuamente a la vista de todos. Esto comienza con la ubicación del acuario: el mejor lugar es una zona sin corrientes de aire, que ofrece a los animales protección y calma para observar.
Lo que elijas como escondite en la parte de tierra o agua debe ser fácil de limpiar, es decir, extraíble en cualquier momento. Pero aun así debe ser lo suficientemente estable para que las tortugas no puedan moverlo. La cueva en el agua solo tiene sentido si todos los animales pueden entrar y salir de ella. Si una tortuga se queda atascada y entra en pánico porque no puede moverse hacia adelante o hacia atrás, puede ahogarse rápidamente.
La mayoría de las tortugas de agua se comen todo lo verde sin piedad y no les importa que hayas comprado las plantas como decoración. ¡Hasta se comen las hojas de lo que puedan alcanzar en tierra! Ofréceles alternativas verdes para comer y limítate a las plantas artificiales que flotan en la superficie del agua. Esto resulta más bonito de lo que te crees, además es como en la naturaleza, solo que dura más. A las tortugas pequeñas les gusta esconderse y descansar en estas plantas flotantes.
Si la parte de tierra está completamente separada de la parte de agua, también puedes plantar en ella. Pon una capa gruesa de grava sobre la tierra de las macetas para que las tortugas no contaminen el agua con ella. Las plantas muy duras y robustas son las únicas adecuadas. Puedes usar plantas grandes y cortar los brotes inferiores para que las tortugas se puedan esconder. Este tipo de tierra es un pequeño paraíso para los galápagos europeos, les gusta pasear por ahí e incluso a algunos les gusta cavar en ella.
Las plantas de seda y de plástico son una alternativa. No necesitan fijarse en un lugar, pero pueden insertarse con facilidad en la mayoría de los suelos. Además, cumplen la misma función que las plantas naturales.
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