Rabia en perros

Rabia en perros

La salivación y los problemas para tragar pueden ser síntomas de rabia en perros.

La rabia es una enfermedad infecciosa mortal de los mamíferos, incluidos los perros y las personas. Aunque hay países que la han erradicado, el peligro de infección acecha aún en muchos países del mundo. En este artículo aprenderás todo lo que hay que saber sobre la rabia en perros.

¿Es muy peligrosa?

La rabia es una enfermedad vírica mortal. Además de los perros, pueden contraerla otros mamíferos, como los pájaros y las personas. Como en algunos países, como España, se prohíbe tratar a los animales infectados, la enfermedad siempre es mortal en perros. Por lo tanto, debemos proteger a nuestros perros de esta peligrosa patología.

En muchos países se ha erradicado la rabia urbana con medidas de contingencia. Estos son, por ejemplo:

  • Alemania
  • Austria
  • Bélgica
  • Bulgaria
  • Croacia
  • Dinamarca
  • Eslovenia
  • Eslovaquia
  • España
  • Estonia
  • Finlandia
  • Francia
  • Grecia
  • Italia
  • Irlanda
  • Irlanda del Norte
  • Islandia
  • Países Bajos
  • Polonia
  • Portugal
  • Rumanía
  • Suecia
  • Suiza

La mayoría de países de riesgo se encuentran en Asia, África y Sudamérica:

  • Argentina
  • Bali
  • Bolivia
  • Botsuana
  • Brasil
  • China
  • Costa Rica
  • Cuba
  • Egipto
  • India
  • México
  • Rusia
  • Sudáfrica
  • Túnez
  • Turquía
  • Vietnam

¿A qué animales suele afectar más frecuentemente?

La rabia es una zoonosis que se conoce desde la antigüedad y que propagan principalmente los perros y animales depredadores. Esto significa que las personas y los animales pueden contagiarse recíprocamente la enfermedad.

Además de los perros, también pueden tener rabia otros animales, como gatos, bóvidos y cerdos. El mayor riesgo lo corren las personas y animales de regiones endémicas extranjeras o con mucho contacto con animales salvajes.

Síntomas de rabia en perros

El periodo de incubación (entre la infección y el brote de la enfermedad) es de entre dos y 24 semanas. Sin embargo, este periodo depende del lugar por el que penetre el virus. Cuanto más cerca esté la mordedura del sistema nervioso central, más rápido enferma el perro.

Como los virus de la rabia también se propagan por las vías neurales, aparecen diferentes síntomas en función del tiempo. Por eso, los veterinarios dividen los síntomas en tres fases, que a veces se solapan:

La primera fase suele durar varios días y se manifiesta principalmente con cambios en el comportamiento. Por ejemplo, los perros recelosos de repente se muestran confiados. También se produce fotosensibilidad, dificultad para tragar y una mayor salivación.

La siguiente fase es la rabia furiosa. El perro afectado está nervioso, violento y fácilmente irritable. Muerde aparentemente desenfrenado y está desorientado. La salivación y la dificultad para tragar aumentan.

En la fase paralítica, el perro sufre parálisis y espasmos, seguidos de un coma y la muerte.

No todos los animales afectados pasan por todas estas fases clásicas de la rabia en perros. En algunos perros, a la fase prodrómica sigue directamente la fase paralítica.

¿Cuándo tengo que llevarlo al veterinario?

Si sospechas que tu perro tiene rabia, debes comunicárselo al veterinario inmediatamente por teléfono. Debido a la obligación de notificación vigente en la mayoría de países, este deberá intervenir e informar a las autoridades.

El elevado riesgo de infección hace que esté prohibido el contacto del perro con personas y otros animales desde el momento de la sospecha. Las excepciones son personas autorizadas, como, por ejemplo, de las autoridades competentes.

Así pues, no lleves a tu perro al veterinario. No salgáis a pasear y mantenlo en cuarentena, pero no te olvides de darle agua y comida. También debes darle la opción de hacer sus necesidades.

Diagnóstico: ¿cómo se detecta la rabia en perros?

Con un perro vivo, solo es posible realizar un diagnóstico tentativo. La anamnesis y los síntomas revelan la sospecha clásica. Por ejemplo: el perro presenta síntomas neurológicos típicos y no está vacunado contra la rabia.

Desgraciadamente, los procedimientos habituales para una detección directa o indirecta del virus en animales vivos son difíciles de evaluar. Por eso, solo es posible realizar un diagnóstico seguro con el animal muerto. Actualmente, el diagnóstico de la rabia en perros se debe efectuar mediante un examen patológico con uno de estos métodos:

  • Examen histológico: los cuerpos de Negri (inclusiones víricas en las neuronas) típicos de la rabia son visibles en el tejido cerebral bajo el microscopio.
  • Detección directa del virus con métodos biológico-moleculares (p. ej., reacción en cadena de la polimerasa)
  • Detección indirecta del virus mediante inmunofluorescencia (IF)

Tratamiento: ¿cómo se trata?

Para la rabia en perros y en otros animales, en España y otros países existe una estricta prohibición de tratamiento. Por un lado, el riesgo de contagio para la persona es demasiado alto. Por otro lado, el pronóstico una vez desarrollada la enfermedad es muy desfavorable.

Además, la rabia también es mortal en la mayoría de casos para las personas cuando aparece la enfermedad.

Causas de la rabia en perros

El virus de la rabia es un virus ARN que pertenece al género Lyssavirus y a la familia Rhabdoviridae. La rabia está presente en todo el mundo. Sin embargo, en algunos países se ha conseguido erradicar con medidas como normas de entrada estrictas y cuarentenas.

Con el uso de cebos con vacunas para zorros, la rabia clásica se ha erradicado en grandes regiones del mundo. Sin embargo, en estas áreas sigue habiendo casos aislados de rabia en murciélagos.

La forma clásica y la rabia de los murciélagos presentan ciertas diferencias:

La forma clásica se divide en dos subformas:

  • Forma selvática: predominante en EE. UU. y en Europa en carnívoros salvajes como zorros, mapaches y mofetas
  • Forma urbana: predominante en regiones urbanas de Asia y África. La infección se produce principalmente por mordiscos de perros y gatos con rabia.

El virus 1 y 2 europeo de la rabia en murciélagos (EBLV-1/2) suele afectar a murciélagos. Sin embargo, en España no son frecuentes los casos de murciélagos infectados. No obstante, en otros laboratorios europeos sí que se han encontrado casos con regularidad. Es muy poco habitual que se contagie el virus a otras especies de animales o a personas.

Contagio: ¿cómo se contagian los perros?

La transmisión del virus suele tener lugar a través de la saliva de animales infectados. La infección más frecuente la provocan los mordiscos. Sin embargo, también se puede producir por el contacto de la saliva con mucosas o heridas superficiales.

Primero, los virus de la rabia infectan las células musculares al descubierto en la herida. Como los músculos tienen muchas fibras nerviosas periféricas (fuera del cerebro y la médula), los virus alcanzan desde ahí el sistema nervioso central, la médula y el cerebro a través de las vías neurales ascendentes.

Una vez ahí, la infección se propaga nuevamente por las vías neurales descendentes hasta los ojos y las glándulas salivales.

Pronóstico: ¿se puede curar?

Si tu perro no está vacunado y sospechas que está infectado, hay que recurrir a las medidas legales prescritas. Por desgracia, en la mayoría de casos esto significa el sacrificio del animal por parte del veterinario.

Prevención: cómo proteger a tu perro

La mejor protección contra una infección de rabia en perros es una inmunización básica con la vacuna contra la rabia. Esta se compone de tres dosis a la edad de doce semanas, dieciséis semanas y quince meses.

Además de la vacuna, es aconsejable evitar el contacto con animales salvajes y notificar los animales sospechosos a las autoridades.

En España, la vacuna contra la rabia en perros es obligatoria, excepto en Cataluña, Galicia y Asturias.

En otros países existen otras normas, pero estas pueden cambiar de un momento a otro. Si te trasladas o adoptas un animal por primera vez, infórmate sobre las normas de vacunación del país donde vivas.

Viajar con el perro

Cada país tiene sus leyes en materia de rabia. Por ejemplo, en España solo pueden atravesar la frontera aquellos perros que estén vacunados contra la rabia (a partir de las doce semanas).

Si quieres viajar con tu perro a una región con riesgo de rabia, deberás presentar un test serológico de un laboratorio autorizado para determinar sus anticuerpos de rabia. Por eso, es recomendable informarse con tiempo sobre la normativa actual antes de viajar.

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