Mi perro tira de la correa

«Mi perro tira de la correa», Si te sientes identificado con esta frase, no te preocupes, pues esta afirmación suele ser bastante común; lo que debería ser un paseo relajado puede convertirse en una verdadera prueba de paciencia. Las salidas todavía se vuelven más problemáticas si el perro pertenece a una raza grande y pesada que resulta físicamente difícil de controlar cuando se resiste a seguir tus direcciones. Estos conflictos en el paseo se originan ya desde cachorros. A pesar de ello, con una serie de conocimientos prácticos y un poco de paciencia puedes sentar unas buenas bases para enseñar a tu can a pasear con correa de manera calmada.

¿Por qué mi perro tira de la correa?

Te proporcionamos 7 razones por las que tu perro tira de la correa

• Quiere llegar al parque.
• Quiere ir a saludar a otros perros.
• Tu perro es un cachorro y está en modo explorador.
• Es la primera vez que descubre ese lugar y está más excitado.
• No está acostumbrado a ir por lugares nuevos.
• Tiene miedo a lo que se encuentra por la calle.
• Sale menos de lo que debería.

Estos son algunos ejemplos que explica PAT educadora canina en su blog sobre las causas más comunes de que tu perro tire de la correa durante el paseo.

Despúes de valorar cual es nuestro caso, debemos tomar medidas y comenzar a cambiar ciertos hábitos.

6 Tips prácticos de cómo enseñar a pasear con correa a tu cachorro

1. Comienza el entrenamiento sin correa atrayéndole para que avance un recorrido de pocos metros.
2. Tu cachorro puede empezar a practicar este ejercicio desde la octava semana de vida, con el que, al mismo tiempo, se reforzará vuestra relación.
3. Si el entorno es muy estimulante y distrae al cachorro, puedes emplear un snack o un juguete para llamar su atención.
4. Despues de un tiempo puedes empezar a practicarlo con correa.
5. ¡No olvides que la correa nunca debe estar en tensión!
6. Una vez también realice correctamente este ejercicio, ve aumentando la distancia que recorréis de forma gradual en los paseos juntos.

Reduce también la cantidad de golosinas que empleas para captar su atención y ofrécele solo alguna de manera esporádica cuando camine con la correa distendida. Una vez se desarrolle este ejercicio sin problemas. Ahora deberías enfrentarte a desafíos mayores junto a tu cachorro.

Por ejemplo, puedes acercarte junto a él hacia un lugar que sabes que le atrae muchísimo, ya sea un perro que conozca o con un snack Es probable que, cegado por la emoción, tu amigo no recuerde que no debería tirar de la correa. En cuanto la correa se ponga tensa, detente y espera. Hasta que la correa no vuelva a estar suelta porque el can haya girado la cabeza para mirarte, no reanudes el paso. El perro habrá aprendido que, si se atiene a la regla de «correa suelta», podrá alcanzar su meta. Este ejercicio puede conllevar mucho tiempo en algunos perros jóvenes, ¡pero merece la pena!

Es importane practicar en un entorno tranquilo donde puedas quedarte durante un tiempo prolongado. Cuando el cachorro haya realizado de forma adecuada este entrenamiento en varias ocasiones, puedes elevar el nivel de dificultad todavía un poco más. Cuando tu perro muestre cada vez más seguridad con la correa floja, intenta convertirlo en un juego.

Consejos prácticos

Si sabes que no vas a ser 100 % constante, entrena a tu can con el collar y el arnés dándoles diferentes usos. Por ejemplo, en los paseos con collar sigue siempre ls pasos mencionados y, para el paseo con arnés, puedes ser más permisivo. Es preferible este compromiso a que accedas a las excepciones de forma incontrolada, ya que así al menos el perro aprenderá cómo pasear con correa cuando lleva collar.

Para terminar, es necesario señalar una cuestión que muchas veces, por desgracia, las personas con perro suelen olvidar: la correa en sí no es un instrumento para dirigir al perro donde uno quiera, sino solo una manera de tener controlado al perro en situaciones de emergencia o en algunos lugares donde se exige su uso.

¡Está claro que la mejor «conexión» entre tu perro y tú es invisible!