La llegada de un gatito es un momento emocionante para ambas partes. No importa si tienes años de experiencia con los
gatos o si eres primerizo: se trata de una etapa de cambios. Los mininos pequeños requieren atenciones específicas. Disfruta de cada minuto, ¡porque crecen muy rápido! Al igual que se lleva a los niños al pediatra, también se debe llevar a los gatitos de vez en cuando al veterinario. Una asistencia sanitaria regular es indispensable: los felinos adultos deberían recibirla al menos una vez al año. Sin embargo, la frecuencia de visitas de los gatitos al veterinario debería ser mayor con el fin de asegurarles una
inmunización básica contra las enfermedades infecciosas comunes. No obstante, a veces también se acude por las típicas «enfermedades infantiles». Un ejemplo de un síntoma, muchas veces subestimado, es la diarrea en gatitos.
En el caso de que el gatito tenga diarrea, la visita al veterinario es imprescindible.