Camas ortopédicas para perros

Las camas ortopédicas para perros ofrecen confort y alivio a los huesos y articulaciones. Los perros grandes y mayores, en particular, se benefician de la estabilidad estructural de estas camas. Con ello, ganan en calidad de vida. Te explicamos qué propiedades tienen las camas ortopédicas para perros y en qué debes fijarte al comprar una.

Si una cama para perros es ortopédica o no se puede averiguar echando un vistazo al material del que está hecha. A diferencia de una normal, las camas ortopédicas para perros llevan una espuma especial en el interior conocida como espuma viscoelástica. Esta se adapta a la perfección a la forma del cuerpo. Así, ofrece al perro apoyo y soporte para aliviar la carga justamente en las zonas sobre las que se tumba. La distribución de los puntos de presión protege los hombros, las caderas y la columna vertebral. Las camas ortopédicas para perros pueden ser de distintos modelos según la altura, la forma y el material de la funda.

Una cama ortopédica para perros está especialmente indicada para perros de edad avanzada. Los perros mayores suelen tener dolor causado por enfermedades articulares, como la artrosis. Las camas ortopédicas para perros pueden aliviarlo gracias a sus propiedades de reducción de la presión. Además, las camas ortopédicas para perros pueden ir bien para el dolor de espalda. Esto es porque proporcionan un apoyo suave a la columna vertebral y la presión sobre esta se distribuye de forma óptima. Si tu perro tiene problemas en el aparato locomotor, estas camas pueden ofrecerle un descanso reparador. Hay razas que son más propensas que otras debido a sus condiciones anatómicas. Por eso, las camas para perros con colchón ortopédico constituyen también una buena medida preventiva para perros sanos grandes y pesados.

Una de las características esenciales de una cama ortopédica para perros es el tamaño de la superficie de descanso. Esta debe estar adaptada al perro. Generalmente, debe equivaler a la longitud del animal. Esta se mide desde la punta de la nariz hasta el nacimiento de la cola, más 30 centímetros. La anchura debe corresponderse con la altura de hombro del perro más 30 centímetros. La superficie de descanso debe ser suficientemente grande. Así, el peludo podrá estirarse cómodamente y tumbarse de lado. En perros muy grandes, esto puede ser complicado. Por eso, a veces es mejor recurrir a un colchón ortopédico que a una cama con borde alto. En el caso de los perros enfermos, comprueba que el acceso sea suficientemente bajo para que no se hagan daño al subirse. Pero la altura no debe ser inferior a 20 centímetros para que el relleno interior siga siendo plenamente funcional.

Además del tamaño de la cama, el material de la funda también es importante. Atención: Hay materiales de funda que no se pueden extraer ni lavar en la lavadora. Para que el perro acepte la cama ortopédica para perros, también son importantes sus hábitos de sueño y preferencias. Hay perros que prefieren que la cama sea más mullida y otros, más lisa. Además, existen versiones con materiales que presentan propiedades transpirables. Tampoco hay que olvidar la limpieza. Los modelos repelentes al agua y la suciedad con superficie lisa son más fáciles de limpiar que los materiales aterciopelados y mullidos.