Rascadores para gatos grandes

Cuando tienes un gato grande, como un Maine Coon, un Bosque de Noruega o un Ragdoll, necesitas un rascador que esté a la altura. Estos gatos tienen más fuerza, más peso y suelen trepar con energía, por lo que su rascador debe ser robusto y funcional. Aquí te explicamos qué aspectos considerar:

• Estructura sólida y materiales resistentes: los rascadores para gatos XXL deben estar fabricados con bases anchas, postes gruesos (mínimo 11 cm de diámetro) y materiales de calidad como madera prensada.
• Estabilidad ante el peso y movimiento: evita rascadores que se tambaleen. Los modelos más seguros cuentan con base ancha o se fijan a la pared o rascadores de techo para una sujeción máxima.
• Zonas de descanso amplias: un rascador para un gato grande debe tener hamacas o plataformas con más de 40 cm de ancho para que el gato se recueste cómodamente.
• Postes largos para estiramiento total: el rascado vertical es esencial. Asegúrate de que el poste tenga al menos 80 cm de altura para permitirles estirarse completamente.
• Modularidad y altura escalable: los rascadores gigantes para gatos ofrecen niveles conectados, que les permiten trepar y explorar.
• Complementos útiles: túneles, escondites, cuerdas o juguetes integrados añaden entretenimiento sin comprometer la funcionalidad.

También puedes combinar tu árbol rascador para gatos grandes con rascadores de pared para crear circuitos verticales que fomenten el ejercicio físico.

Razas como el Maine Coon, Ragdoll, Bosque de Noruega o el British Shorthair suelen necesitar rascadores más robustos. Como regla general, cualquier gato que en su etapa adulta pese más de 6-7 kg se beneficiará de un rascador para gatos adultos de tamaño grande.

No necesariamente. Muchos rascadores gigantes para gatos están diseñados para aprovechar el espacio vertical, con bases compactas pero estables. También existen modelos esquineros o que se fijan a la pared para optimizar el espacio en salones o habitaciones más pequeñas.

Los rascadores para gatos medianos pueden ser una buena opción para gatos que están en el límite de tamaño, o para gatitos de razas grandes que aún están creciendo. Sin embargo, para un adulto de gran tamaño, un rascador específicamente grande siempre ofrecerá mayor seguridad y comodidad a largo plazo.

No es la opción más segura. Aunque se pueden intentar mejoras caseras, es preferible optar por un modelo diseñado específicamente para su tamaño y fuerza, ya que estos garantizan la estabilidad y los materiales adecuados para su peso.