Encantador
A las dos nos gusta mucho. A ella porque es suave, tierno y no se rompe por mucha traca que le dé. A mí, porque veo lo mucho que ella disfruta y porque se puede meter en la lavadora sin ningún problema. Es verdad que quizá sea pequeñita, pero hablamos de un juguete, no de una manta para dormir. Así puede acarrearla de un lado para otro sin problemas. Si se rompe, pienso comprarle otra.