Expectativas cumplidas
Tengo dos gatas, una de 5 meses y otra de 10 años. La mayor aún anda un poco indiferente ante el rascador (supongo que porque tienen sus camas en la estufa, y preferirá ese lugar mientras haga frío), pero la pequeña está encantadísima. Está todo el día arriba y abajo, duerme en las casitas cuando se cansa, se afila las uñas en todos los postes, y lo usa de trampolín para avalanzarse sobre su compañera. Es muy estable, y por ahora parece bastante resistente. Si he de poner alguna pega, lo haría con las escaleras, que sólo tienen una sujeción y cuando juega, las hace bailar y las pone del revés. Por lo demás lo recomiendo sin duda, porque he mirado rascadores en muchas páginas, y en calidad-precio es casi el mejor.