¡Multiusos: rascador-trepador!
A nuestra gata le encanta. Al principio no se atrevía a subir arriba ella sola, pero todos los días la subíamos una vez al menos, quedándonos con ella para que viera que ahí arriba se está a gusto (bueno, imagino que ella estará a gusto).
Y un día nos dio la sorpresa y trepó solita, un poco torpe. Y desde entonces cada vez pasa más tiempo ahí arriba y le cuesta menos subir; casi de un salto se planta arriba del todo.
Eso sí, el cacharro es enorme! No nos lo esperábamos así: subimos una foto con el rascador estándar al lado, para comparar las dimensiones.