Con lo que más juega
Le vuelven loco, botan diferente a otras pelotas, y son blanditas. Sin duda son su juguete favorito, las busca y me las trae en la boca... Siempre andan desperdigadas por la casa porque juega hasta solo, y se las lleva a su cesto de dormir. La gata, sin embargo, no les hace ni caso, y hasta le asustan. Pero para un gato juguetón son geniales.