Peligrosa...
Al principio cogían el heno con curiosidad y parecía divertido, pero no recomiendo dárselo sin estar tu presente, pues después de un rato, mis cobayas empeñaban en meter la cabeza y luego no la podían sacar por si mismas... Me dio miedo que se ahogaran u ocurriera cualquier desgracia, así que destrocé la pelota y la pequeña de mis cobis se divirtió con los palos un tiempo.