Transportines para gatos

Un transportín es la primera opción de la lista si quieres llevar a tu gato en el coche. Aquí encontrarás las respuestas a las preguntas sobre el material, el tamaño adecuado, el equipamiento y cómo acostumbrar al gato al transportín. Si quieres pedir un transportín para gatos por internet, la tienda de zooplus ofrece varios modelos de diferentes tamaños y características.

El material es un criterio importante a la hora de elegir un transportín para gatos. Existen modelos de plástico fáciles de limpiar que también son muy robustos. Si el transportín también puede abrirse por la parte superior, podrás meter al gato fácilmente. Los hay con cierres de clic y cerrojos, ambos a prueba de fugas. Las aberturas de ventilación en los laterales mejoran la circulación del aire y las asas simplifican el traslado. Si la tapa del transportín es extraíble, esto puede tener ventajas a la hora de acostumbrar al gato.

Un transportín para gatos debe ser lo suficientemente grande como para que el gato pueda girarse sobre sí mismo, tumbarse y levantarse sin tocar los lados ni la parte superior del receptáculo. Por lo tanto, debe ser más largo y ancho que el cuerpo del gato desde la punta de la nariz hasta el nacimiento de la cola. La altura no se determina por la cruz, sino por la altura total real del animal, incluida la cabeza. Sin embargo, tampoco debe ser demasiado grande. De lo contrario, existe el riesgo de que el gato se deslice por el receptáculo en caso de frenazo y se golpee contra la pared.

Deja a tu gato en el transportín solo el tiempo que sea absolutamente necesario. Aunque estén acostumbrados a él, la estrechez sigue siendo un factor de estrés para muchos gatos. En los viajes largos en coche, puedes aprovechar los descansos para que salga y se mueva. Puedes hacerlo sin riesgo con un arnés y una correa para gatos. No dejes al gato solo en el coche cuando le dé el sol de lleno y el aire acondicionado esté apagado.

Para que el transportín resulte atractivo para los gatos, cubre el suelo con una manta suave para que el minino esté cómodo. Si tiene su propia manta en el lugar donde duerme o descansa en casa, puedes usar esa. Al ser un objeto familiar, tendrá una mayor sensación de seguridad. Para los viajes más largos, debes ofrecerle agua y también puedes darle comida en los descansos. Si el gato tiene un juguete favorito, también es buena idea meterlo el transportín.

Para evitar una reacción defensiva espontánea del gato, conviene acostumbrarlo gradualmente al transportín. Hazlo primero en un entorno conocido. Es buena idea colocarlo en casa y animar al gato a meterse atrayéndolo regularmente con golosinas. Cierra el transportín brevemente al principio y ve aumentando el tiempo paulatinamente. Después, lleva al gato al coche en el transportín, pero déjalo salir enseguida. A continuación, haz viajes cortos y ve alargándolos gradualmente.