Cinturones de seguridad para perros

En el 99 por ciento de los casos, todo va bien. Sin embargo, cuando sucede ese uno por ciento, uno/a desearía haber sido más prudente. Esto suele ocurrir con las precauciones de seguridad, y proteger a los perros en el coche no es ninguna excepción. No solo es obligatorio por ley, sino que, además, sirve para protegerse a uno/a mismo/a, al animal, a los otros pasajeros y a los demás usuarios de la vía pública. En la tienda de zooplus encontrarás todas las variantes convencionales de sistemas de protección para perros en el coche a precios económicos. En esta categoría puedes comprar asientos para el coche y cinturones de seguridad para perros. 

En España, el perro puede ir atado de muchas maneras en el coche, pero nunca debe colocarse en el asiento del copiloto. Así pues, puede ir en el asiento trasero, en el espacio para los pies —siempre que el transportín sea pequeño— o en el maletero. Sin embargo, es importante que el perro esté sujeto, por ejemplo, con un cinturón de seguridad para perros. 

Si el cinturón de seguridad para perros está bien puesto y fijado, ofrece un nivel de seguridad alto. Importante: El cinturón debe ajustarse al tamaño del perro. En zooplus puedes elegir entre diferentes tamaños en muchos modelos. 

Se puede asegurar al perro de varias maneras. La variante que elijas depende de ti:

• Cinturón de seguridad para perros: el perro va sujetado en el asiento trasero.

• Reja de protección para el maletero: el perro va en el maletero.

• Asiento para perros: el perro va con una correa corta en un asiento/cesta que se fija al asiento trasero.

• Transportín para coche: el perro va en un transportín cerrado que se fija al asiento trasero. También se considera seguro un transportín colocado en el espacio para los pies del asiento trasero de tal manera que no pueda deslizarse. 

La DGT impone multas por no llevar al perro bien atado en el coche que van desde los 80 hasta los 200 euros. Si, además, el perro viaja en el regazo o en el habitáculo del conductor, el importe puede dispararse hasta los 500 euros. Esto es importante porque la DGT considera que, aunque el perro vaya bien atado o metido en un transportín, podría hacer algún movimiento que pudiera desestabilizar o distraer al conductor.