El rascador perfecto, sin duda
Teníamos un rascador bajito, que les gustaba, pero sabiendo que a los gatos les encantan los sitios altos desde donde "controlar" la situación, nos decidimos por éste modelo de rascador-árbol. Más o menos está fijado al techo, pero no es absolutamente inamovible, se mueve un pelín cuando suben a toda pastilla por él... pero es bastante estable, porque aunque no está atornillado, está, digamos, "atrapado". Las dos gatas que tenemos suben, bajan, se persiguen, curiosean por la ventana, duermen en él... y por supuesto rascan con sus uñas. Es una compra que recomendamos cien por cien.