Para asegurarte de que tu peludo está bien debes observarlo siempre de forma comprensiva y aprender a interpretar sus señales de forma instintiva. Es decir, que es útil agudizar la intuición y el instinto. Los perros tienen estos dos aspectos bien desarrollados y se puede aprender mucho de ellos. Por lo tanto, desarrollar el instinto para entender su propio lenguaje es aún más importante porque los peludos no pueden comunicarse con palabras. Aquí te contamos qué otras cosas debes tener en cuenta también.
Cómo saber si el perro está sano
La expresión alegre, entre otros aspectos, indica que tu amigo canino se encuentra bien. Esto lo demuestra, por ejemplo, retozando y jugando durante los paseos diarios. Si hace un poco el tonto es indicativo de que está bien.
En caso de duda puedes tocar su hocico. Una buena señal suele ser que esté húmedo y frío.
Los primeros síntomas del malestar del perro
Las primeras señales de alarma de un problema de salud son cuando tu perro, sin motivo aparente, jadea o saliva fuerte y, sobre todo, cuando vomita o tiene diarrea. Sin embargo, no hay necesidad de entrar en pánico.
Al contrario, por el bien de tu cuadrúpedo deberías mantener la calma. Además, en la mayoría de los casos, los primeros signos de advertencia no son aún motivo de gran preocupación.
Cómo mantener la salud del perro
Lo importante es conseguir que tu perro se mantenga en forma con una alimentación adecuada y de buena calidad. Las condiciones de una tenencia apropiadas para la especie son esenciales y contribuyen de forma significativa a la salud mental y, por lo tanto, de forma indirecta a la salud física de tu querido peludo.
Además, de forma rutinaria, una vez al año, debes acudir a tu veterinario de confianza. Este vacunará a tu peludo. Asimismo, le revisará bien los dientes y las orejas.
La desparasitación de lombrices debe hacerse una vez por trimestre y los parásitos, como las pulgas y garrapatas, se deben combatir cada mes o cada tres meses, dependiendo de la medicación.
Si tu cuadrúpedo ya es algo mayor es recomendable acudir al veterinario con un poco más de frecuencia. Este, con su conocimiento profesional, es capaz de reconocer antes que su cuidador los múltiples síntomas de los diferentes cuadros clínicos.
Remediar pequeños problemas de salud del perro
En una vida activa, en cualquier momento se pueden producir pequeños problemas de salud. Esto se aplica tanto a los cuadrúpedos como a las personas. En general, en casos de problemas de salud menores, los cuidadores pueden remediar la situación ellos mismos. Si no es posible resolver el problema así, es necesario hacerle una visita al veterinario.
Si, por ejemplo, te das cuenta de que tu perro parece estar exhausto cuando salís a pasear, simplemente debes ajustar la cantidad de ejercicio a sus necesidades. Esto es importante, sobre todo, cuando hace calor, pues puede ser muy agobiante para tu peludo. Teniendo siempre en cuenta a tu perro, seguro que encontraréis la medida adecuada.
A diferencia de las personas, los perros o, mejor dicho, sus patas, están expuestas a cristales, clavos, espinas y otros cuerpos extraños. Durante un paseo por la nieve puede pasar que se formen grumos entre las almohadillas del cuadrúpedo. Esto lo puedes reconocer de forma fácil al levantar un poco las patitas del can. Estos grumos de nieve los puedes eliminar tú mismo y continuar de inmediato con el paseo.
Por otro lado, si una astilla ha entrado en la pata se pueden crear lesiones profundas en las almohadillas. Además, en pleno verano existe el riesgo de que la superficie de las carreteras se caliente tanto que en algunas zonas se formen escapes de alquitrán líquido. Si el perro los llegara a pisar podrían producirse heridas graves en las patas.
En caso de lesión, es aconsejable lavar la pata herida de tu animal con cuidado, pero en profundidad, con agua limpia. Dependiendo de la longitud del pelo entre los dedos, puede que sea necesario recortarlo un poco. También deberías limpiar la pata con un aerosol desinfectante. Esto lo deberías tener a mano junto a un par de tijeras redondeadas en tu botiquín de primeros auxilios para perros.
Ahora puedes observar de cerca y a la luz del día o con una linterna la pata del perro y extraer con cuidado los cuerpos extraños, si es necesario puedes usar unas pinzas. Si no es posible extraer el cuerpo extraño, debes acudir a un veterinario lo antes posible.