03/10/22 | Roger Olmos
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Una Pu..Mi…

El que ha diseñado esta mochila, o no tiene gatos, o no sabe lo que es un gato. Toda su rigidez se basa en una pequeña plataforma móvil en la base. Como es sabido el gato se estresa, agarra con todo y en un plis plas ese suelo se levanta. Llevarás a tu gato como si fuera una bolsa de tela, histérico y hecho una pelota arañando por todas partes. Con el miedo a que la cremallera de abajo, se abra( que tb, mira que poner un suelo “abrible”... ya os vale. Un cero patatero.