se rompió enseguida
La compramos hace tiempo, pero no duró mucho.
En principio, no está mal del todo. Al Maine Coon le encantaba, pero más bien para jugar a 'cazar' el chorro, a otro le daba igual beber en ella que en el bebedero de siempre y a la otra le daba miedico por el ruido. Pero al margen del molesto ruido que hace, lo peor es limpiarla, es muy lioso, hay que desmontarla entera. Y al ser de plástico, se pone sucísima. Para colmo, la nuestra se rompió enseguida, debido a la presión que ejerce el motorcito sobre el plástico, este se rajó y la fuente empezó a perder agua. Y como es eléctrica, pues la retiramos, no fuese a electrocutársenos un gato, jejeje.
Me lo pensaría mucho antes de volver a adquirir cualquier tipo de bebedero-fuente. Son un lío y los gatos tampoco se vuelven locos.