LES VUELVE LOCOS
Tengo dos gatos, una extremadamente delicada con la comida y otro que come de todo. A Mamimi, la delicada, le vuelven loca, y Lenny va más allá, en cuanto agitamos el recipiente, empieza a salivar y no para hasta que se los damos. Creo que son deliciosos para ellos, hasta el punto que parece que son adictivos.