PRECIOSO
Los primeros días una locura, por el olor de las hierbas que contenga, supongo. Ahora menos, pero sigue gustando. Lo tiene en su cuna y da gusto ver cómo duerme con la cabecita apoyada en él. Es muy bonito, suave y de calidad. Más que un jueguete, es un precioso elemento decorativo que aporta buenos deseos de armonía.