No es mágico, pero funciona.
No espereis magia, pero es útil. Hace que los pelitos que pueblan el sofá o las sábanas se amontonen para poder retirarlos facilmente con la mano o la aspiradora. Para nuestra ropa, que sólo tiene un par de pelos, es más efectivo el rodillo pegajoso, pero para lo demás está bien. A la gata también le gusta que la cepillen con él.